martes, 14 de abril de 2009

LAS SORPRESAS DE LA VIDA


Estas son frases muy escuchadas "Me siento como muerto...", "me siento vacío", "¡No sé qué hacer...!", "¡Estoy desesperado!". Esta sensación de vacío es existencial, es una falta de sentido en relación a la propia existencia. La misma es vivida como intrascendente, sin ningún valor, sin fuerzas para continuar.Cuando se pretende que las cosas ocurran de cierta forma o que las personas se comporten según nuestro deseo y esto no se cumple,suele generarse un sentimiento de frustración que denominamos decepción.Luego de un proceso de recuperación se vuelve a creer y a confiar.Sin embargo, existen personas cuyas expectativas siempre superan a la realidad: podrían llamarse decepcionados crónicos, son personas que tienden a idealizar a la gente, a las cosas o a las circunstancias, esperando siempre mucho más de lo que en realidad pueden llegar a recibir, lo que los lleva a sufrir enormemente ante cada desengaño.Todos hemos sido agredidos alguna vez de alguna forma, a veces conscientemente y otras, las menos, inconscientemente.Las primeras heridas del alma las recibimos desde nuestro nacimiento. Nacer requiere esfuerzos y sufrimiento; y el camino de la niñez está poblado de contrariedades y dolor, pero también, en la mayoría de los casos afortunadamente, de alegría y momentos felices.Sin embargo, acostumbramos a guardar muy ocultos dentro de nosotros mismos, los agravios. Son las manchas del alma que también contaminan el cuerpo.El odio es la emoción que más nos destruye por dentro y por fuera. El orgullo es un pariente cercano y la soberbia es el peor de los males.Perdonar las afrentas que nos causaron, tiene gran poder curativo y perdonarse a uno mismo, que es mucho más difícil, permite liberarse del pasado y del temor a la muerte.Es como una paradoja, porque si no perdonamos, aunque hayamos sido los supuestamente agredidos, también nos sentimos culpables.Lo primordial para no decepcionarnos es valorar a las personas en su justa dimensión y no crearnos falsas esperanzas.Generalmente interactuamos con objetos o con los demás en base a nuestras creencias, imágenes y representaciones que tenemos de las cosas y las personas, sin que necesariamente nuestra percepción sea la realidad. Muchas veces visualizamos a otros como los imaginamos o suponemos que son, bien sea por engaño de ellos, de nuestros sentidos o de falsas impresiones.La decepción se presenta cuando le adjudicamos a una cosa, situación o persona atributos que no tiene y "descubrimos" que no los posee.Entonces, podemos desilusionarnos, desencantarnos, frustrarnos, contrariarnos, ponernos bravos o caer en despecho, desesperanza, tristeza, amargura, desánimo o depresión, por el fiasco que tuvimos.Aunque las decepciones, las más de las veces, dependen de la forma como nosotros mismos percibimos, sin duda que también las provocan los engaños, sobre todo cuando alguna persona falta a la verdad en lo que nos dice, hace o pretende retraerse de lo pactado o que deshaga algo.Cuántas veces por temor a equivocarnos dejamos de tomar acción en nuestras vidas, cuando de lo que se trata es de aprender la lección o la enseñanza que nos deja el error cometido…de eso se trata la vida de perdonarnos y de crecer…. Busca una salida, un mañana que, cure las heridas que hay dentro de ti, lucha por vivir, con ese Valor que hay en ti. Sigue viviendo , el sol seguirá saliendo todos los dias.La vida es un instante , pero merece la pena vivirlo.

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