Albert Eintein descubrió que la materia son cantidades descomunales de energía comprimida. O sea, más o menos la energía es a la materia, lo que el vapor es al hielo. Eistein lo explicó formulando que si la materia viaja al cuadrado de la velocidad de la luz, esta materia se desintegra y se transforma en energía.
Finalmente entonces tendremos que concluir que nuestro universo es enteramente energía. En realidad no hay una división entre nosotros y, por ejemplo, nuestra computadora, porque el aire que nos circunda está hecho de átomos que son energía también. Imaginen que su habitación y todo lo que hay en ella, incluido usted, están dibujados en un cubo compuesto por millones de fibras que van de un lado a otro, cambiando su color en pequeños pixels para distinguir los objetos. Si, ese es su universo de energía.
También se puede deducir que la energía tiene poder de atracción, lo podemos ver ya que tiende a concentrarse, y puede fácilmente ser comprobado con la ley de la gravedad y con los capitales. Ambos tiene poder de atracción. Y entre más grande sea la masa o el capital, o sea, la energía concentrada, más grande será el poder de atracción. Así la luna gira en torno a la tierra, la tierra gira en torno al sol, el sol a la galaxia, la galaxia a los cúmulos de galaxias. Los capitales igual son atraídos con más fuerza en los principales centros financieros, donde se concentra más capital en el mundo: Londres, New York, Taiwan, Tokio, Mónaco, Suiza, etc.
El caso es que todo es energía con poder de atracción.
Sin embargo hay algo más mucho más sorprendente. Nuestra mente puede dominar la energía de nuestro universo. Y lo hacemos todo el tiempo.
Cuando movemos un brazo, es nuestra mente la que hace que esa masa, esa energía, se mueva. En otras palabras, nuestra mente tiene el poder de transformar la energía de nuestro universo. Cuando usted mueve un brazo su mente transforma la energía de su universo de manera que, sin que nos demos cuenta, el deseo de nuestra mente se cumple y el cabrón brazo se mueve.
Por ejemplo, usted tiene el deseo de un helado de fresa. Su mente está deseando un helado de fresa. Ahora su mente mueve la energía en su universo de forma tal que consiga cumplir su deseo. Hace que la energía que conforma su cuerpo se transforme de tal manera que vaya al refrigerador y tome el delicioso helado de fresas (que valga la redundancia, es energía también).
Otra, el efecto placebo. Es básicamente engañar a la mente de que un medicamento está solucionando su enfermedad, ocultándole que la píldora no posee ningún químico curativo. El medicamento no hace nada, la mente solo se convence de que el medicamento está trabajando y solita se hace cargo -en modo piloto automático- y sana el cuerpo. Y mientras repara el cuerpo, mantiene otras muchas funciones en modo de piloto automático: respirar, parpadear, producir químicos, bombear sangre, etc, etc. Increíble nuestra mente.
No sabemos lo que la mente es ni cómo trabaja, a como no sabemos lo que la energía es ni cómo trabaja. Lo único que sabemos es que nuestra mente desea cosas, y usa el poder de atracción de la energía para transformar la misma energía y cumplir nuestros deseos. Nuestra mente puede sin ningún conocimiento técnico, sanar el cuerpo o darnos helado de fresa.
La pregunta es: ¿hasta dónde llegará el poder de nuestra mente? ¿Cual es su límite? ¿Podrá la mente actuar para transformar la energía de nuestro universo, y aprovechar su poder de atracción para traernos lo que queramos?
Espero que les haga ver la vida con otros ojos, como lo hizo conmigo.
Finalmente entonces tendremos que concluir que nuestro universo es enteramente energía. En realidad no hay una división entre nosotros y, por ejemplo, nuestra computadora, porque el aire que nos circunda está hecho de átomos que son energía también. Imaginen que su habitación y todo lo que hay en ella, incluido usted, están dibujados en un cubo compuesto por millones de fibras que van de un lado a otro, cambiando su color en pequeños pixels para distinguir los objetos. Si, ese es su universo de energía.
También se puede deducir que la energía tiene poder de atracción, lo podemos ver ya que tiende a concentrarse, y puede fácilmente ser comprobado con la ley de la gravedad y con los capitales. Ambos tiene poder de atracción. Y entre más grande sea la masa o el capital, o sea, la energía concentrada, más grande será el poder de atracción. Así la luna gira en torno a la tierra, la tierra gira en torno al sol, el sol a la galaxia, la galaxia a los cúmulos de galaxias. Los capitales igual son atraídos con más fuerza en los principales centros financieros, donde se concentra más capital en el mundo: Londres, New York, Taiwan, Tokio, Mónaco, Suiza, etc.
El caso es que todo es energía con poder de atracción.
Sin embargo hay algo más mucho más sorprendente. Nuestra mente puede dominar la energía de nuestro universo. Y lo hacemos todo el tiempo.
Cuando movemos un brazo, es nuestra mente la que hace que esa masa, esa energía, se mueva. En otras palabras, nuestra mente tiene el poder de transformar la energía de nuestro universo. Cuando usted mueve un brazo su mente transforma la energía de su universo de manera que, sin que nos demos cuenta, el deseo de nuestra mente se cumple y el cabrón brazo se mueve.
Por ejemplo, usted tiene el deseo de un helado de fresa. Su mente está deseando un helado de fresa. Ahora su mente mueve la energía en su universo de forma tal que consiga cumplir su deseo. Hace que la energía que conforma su cuerpo se transforme de tal manera que vaya al refrigerador y tome el delicioso helado de fresas (que valga la redundancia, es energía también).
Otra, el efecto placebo. Es básicamente engañar a la mente de que un medicamento está solucionando su enfermedad, ocultándole que la píldora no posee ningún químico curativo. El medicamento no hace nada, la mente solo se convence de que el medicamento está trabajando y solita se hace cargo -en modo piloto automático- y sana el cuerpo. Y mientras repara el cuerpo, mantiene otras muchas funciones en modo de piloto automático: respirar, parpadear, producir químicos, bombear sangre, etc, etc. Increíble nuestra mente.
No sabemos lo que la mente es ni cómo trabaja, a como no sabemos lo que la energía es ni cómo trabaja. Lo único que sabemos es que nuestra mente desea cosas, y usa el poder de atracción de la energía para transformar la misma energía y cumplir nuestros deseos. Nuestra mente puede sin ningún conocimiento técnico, sanar el cuerpo o darnos helado de fresa.
La pregunta es: ¿hasta dónde llegará el poder de nuestra mente? ¿Cual es su límite? ¿Podrá la mente actuar para transformar la energía de nuestro universo, y aprovechar su poder de atracción para traernos lo que queramos?
Espero que les haga ver la vida con otros ojos, como lo hizo conmigo.
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