domingo, 10 de mayo de 2009

Creación Divina


El Señor hizo en mí maravillas, Santo es mi Dios. Mi alma engrandece al Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, pues miró la bajeza de su esclava, desde ahora dichosa me dirán todos los siglos. El Señor hizo en mí maravillas, Santo es mi Dios. Maravillas hizo en mi el poderoso, y santo es su nombre. Por siglos y siglos su amor con aquellos que le temen. El Señor hizo en mí maravillas, Santo es mi Dios. Desplegó el poder de su brazo y deshizo los proyectos del soberbio corazón. Derribó de su trono a poderosos a los humildes ensalzó. El Señor hizo en mí maravillas, Santo es mi Dios. Colmó de bien a los hambrientos a los ricos rechazó. Acogió israel su servidumbre según lo tenía prometido a nuestros padres. El Señor hizo en mí maravillas, Santo es mi Dios. Recordando su amor por abraham y su raza a lo largo de siglos y siglos. Gloria al Padre y a Cristo Señor y al Espíritu que habita en nuestras almas. Amén. Lutero amaba a María. En su traducción y comentario del Magnificat nos da una hermosa descripción de ello y termina diciendo: " pidamos a Dios que no se contenta con iluminar y hablar, sino que inflame y viva en el cuerpo y en el alma. Que Cristo nos lo conceda por la intercesión y la voluntad de su querida madre María. Amén." ¿Y tú amas a María también?

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